Título: Reposo
Foto: Ladi
Deseo - Antonio Ros de Olano
Silencio, nada más, y no gemido,
lágrimas o suspiros yo demando,
en el instante lastímero cuando
descienda helado a la mansión del olvido.
Jamás esteríl llanto a la ternura
debió mi pecho en sus acerbos males;
sólo apuré los tragos más fatales
que me brindó la impía desventura.
Dormir sin ser al mundo tributario
quiero en la noche tenebrosa y fría,
sin que nadie interrumpa su alegría;
morir, como he vivido, solitario.
Tú, nunca de infelices, Dios de olvido,
que a la nada presides misterioso
encubre en tus alas silencioso
el sepulcro de un ser desconocido.
*A la memoria del desconconido
que hoy me recordó que estaba viva,
por ahora...
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